lunes, 22 de octubre de 2012

De resaca...

En este día de resaca electoral, yo estoy también de resaca laboral. Estoy segura de que todas y todos os acordaréis de esos primeros días en un trabajo nuevo, cuándo toca estar con todos los sentidos alerta y dar el 200% de la capacidad de aprendizaje para ir conociendo el funcionamiento y a la gente con la que vas a compartir tantas horas al día. En esa fase estoy yo, jajaja!
 
También estoy segura de que estaréis de acuerdo conmigo en lo importante que es en esos momentos tener cerca a alguna persona con más experiencia que te acompaña, facilita el trabajo y te cuida para que no llegues al colapso mental. Y cómo soy muy afortunada, tengo algunas personitas así a mi lado, pero sobre todo a mi compi Ander, eskerrik asko txikitin!!
 
Y aunque he andado muuuuy líada estos días, saqué un ratito para hacer un brownie de chocolate negro y chocolate blanco con mini-oreos, receta que encontré hace un tiempo en Cocinando para los míos y que llevé al campamento de verano, con muy buena aceptación.
 
Cómo tenéis la receta en el enlace, sólo os voy a poner la foto, y os cuento que lo llevé al trabajo y les gustó mucho!
 
Ayer era el cumple de mi suegro, y cómo viene siendo habitual últimamente, yo me encargué de llevar la tarta para el festejo. No tenía mucho tiempo, debía ser algo rápido, que gustara a todos y todas, que no hubieran probado todavía en la familia...así que me decidí por la tarta de crema de orujo.
 
Ingredientes:
200 gr. de galletas
75 gr. de mantequilla
 
500 ml. de nata montar
400 gr. de mascarpone
200 ml. de crema de orujo
200 gr. de azúcar
1 yogurt griego
10 hojas de gelatina
1 chorrito de leche
 
Para la geleé de café:
250 ml. de agua mineral
2 cucharadas de café soluble
2 cucharadas de azúcar
3 hojas de gelatina
 
Primero tenemos que hacer la base triturando las galletas, mezclando con la mantequilla y extendiendo la masa en el molde.  Es importante que el molde sea bastante grande, porque las cantidades son para una tarta hermosita.Podemos meterla un poco al horno o al congelador. Personalmente, me gusta más en el congelador, porque en el horno se encoge y cuartea un poquito.
 
Para hacer la mousse, batimos el mascarpone con el azúcar, el yogurt y la crema de orujo. Las hojas de gelatina las tenemos en remojo en agua fría hasta que se queden blanditas y las disolvemos en un chorrito de leche caliente. Una vez que están bien disueltas, echamos a la mezcla anterior. Finalmente, montamos la nata (tiene que estar bien fría para que monte bien) y la vamos incorporando poco a poco a la mezcla; yo lo hago con unas varillas de batir huevos.
 
Cubrimos la base de galletas con la mezcla y la metemos al frigorífico durante unas horas para que cuajen. Cuántas más horas mejor, mínimo 5-6 horas.
 
Para la geleé, ponemos el agua en un cazo con el café y el azúcar, calentamos mientras vamos removiendo con una cuchara para que se disuelva bien, y después añadimos la gelatina, que habremos remojado previamente en agua fría.
 
Retiramos del fuego y dejamos templar antes de cubrir la tarta y meter de nuevo a la nevera durante unas horitas.
 
Las fotos que saqué no son muy buenas y están sacadas en el último momento, cuándo ya estaba partida y a la espera de ser devorada, jeje! Pero os prometo que con esta tarta váis a triunfar en cualquier sitio y evento, es muy suave y le gusta a todo el mundo!
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario